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Ingenium, una tienda que merece la pena

IngeniumNo es lo más habitual. La gente normalmente emplea internet para quejarse de todo lo que uno se puede quejar. Yo mismo lo he hecho varias veces, supongo que como vía para desahogar una cierta frustración. Pero qué leches, a veces también hay que darle buena reputación a quien se lo merece.
Ingenium es una tienda que está cerca de mi casa, en la calle Bolivar de Madrid (metro Legazpi o Arganzuela-Planetario). Diría que es una juguetería, pero sería un tanto inexacto… La tienda tiene el sobrenombre de «ocio inteligente». Disponen de juegos y juguetes tanto para los más pequeños de la casa como para personas más mayores, aficionadas a los juegos de mesa o los puzzles. Artículos que difícilmente podremos ver en unos grandes almacenes: productos de fabricantes pequeños, productos de importación, hechos de materiales especialmente agradables y coloristas. Es un sitio ideal para comprar un regalo a un pequeñajo, porque siempre tienen algo que puede encajar, diferente a lo que se puede ver en tiendas más masivas.
Pero a eso, siendo importante, hay que añadirle una atención extraordinaria. No ha habido vez que hayamos entrado en la que no nos hayan atendido de forma agradable y simpática, haciendo gala de unos conocimientos sobre sus productos que ya quisieran en otros sitios. Te explican cualquier característica de cualquier juego o juguete (y con la facilidad y el cariño de quien los conoce de verdad, y no por una mera referencia en un listado), te lo abren y te lo enseñan, te recomiendan alternativas… todo con una sonrisa y un trato tranquilo, lejos de las prisas, las aglomeraciones o el pasotismo de otros lugares. Además, organizan actividades para dar a conocer los juegos (partidas de niños y mayores, etc.).
Nunca me he parado a pensar si es una tienda cara o barata. Probablemente el precio de sus productos sea algo más elevado que otras cosas similares (que no iguales) en otros sitios – pasa con cualquier producto o servicio artesanal frente a las economías de escala de la masificación. Pero jamás me ha parecido «cara» cuando he comprado algo. De hecho, han conseguido que cuando tenemos que comprar algo para un chaval, no le demos ni una sola vuelta: paseíto a Ingenium y listo.
Disclaimer: este no es un post patrocinado, ni por Ingenium ni por nadie más. Tampoco conozco personalmente a los dueños o dependientes de la tienda, más allá de cuando me han atendido como cliente. Pero cuando las cosas se hacen bien, creo que es justo decirlo. Y cuando alguien se lo curra, no deberían hacer falta reviews-me para que la gente hable de ello. Y ya veis, parece que no soy el único…

5 comentarios en “Ingenium, una tienda que merece la pena”

  1. Vaya, que familiar me suena lo que he leído en este post. A mi me ocurre lo mismo cuando voy a una tienda que se llama Imaginarium. Tienen tiendas por todo el mundo y, por lo menos las que yo conozco, funcionan de manera similar. Tienen juguetes para casi todas las edades y algo diferentes de los que se pueden encontrar en unos grandes almacenes.
    Yo hace tiempo que me paso por la tienda de La Coruña cuando toca «pasar por caja» con mi ahijado.
    Saludos,

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  2. Yo he estado en la tienda Ingenium de la calle Bolívar.
    Hay una de las dependientas que ha debido de jugar a todo porque mientras yo curioseaba por los juguetes y no tan juguetes apareció una chica que venía como apurada. Como quiera que soy un cotilla de campeonato pegué la oreja mientras ojeaba unos juegos de ciencia que dejaban el quimicefa de mis amores infantiles a la altura del betún.
    La chica venía porque una semana antes había comprado no sé que extensión de no sé que juego (lo admito, no soy mucho de juegos de mesa) y había jugado con su prima Paqui y su cuñado Rogelio (he cambiado los nombres para no dar pistas) y en las instrucciones no quedaba claro si los movimientos de no sé qué pieza habían de ser de una manera o de otra o a lo mejor era que llegado un momento del juego una pieza tenía potestad para hacer algo… no lo sé. El caso es que la chica que atendía, en primer lugar, le explicó siete u ocho cosas con unos modales impecables. Después le vino a decir que ella también dudaba respecto a lo que le planteaba pero que si le daba un tiempo lo miraría. Me quedé alucinado en el país del vuelva usted mañana cuando un tiempo significaba que se metía en la trastienda para salir con un tocho de libros, cuadernos y apuntes raros. Yo disimulaba mirando construcciones de madera y cometas de las que parece ser que son especialistas. La chica debió emplear alrededor de veinte minutos más en conseguir dar una respuesta convincente y coherente con el juego. Mientras me asomé para ver cuánto costaba la extensión del juego que la otra había comprado y vi que eran trece o catorce euros.
    Por poco más de dos mil pesetas, que no iba a cobrar hoy, dio un servicio al que ni la mejor de las corporaciones puede aspirar a prestar.
    A mí me parece claro que bien especializado y poniendo amor, el pequeño comercio vale realmente la pena. Felicidades a Ingenium de la Calle Bolívar. Ojalá les vaya bien y, como único pero, les diría que su nombre comercial se parece demasiado a Imaginarium. No hay ni punto de comparación. El Imaginarium está bien pero Ingenium es mucho más bonito y variado. Ya seáis de Madrid o vengáis a Madrid para algo acercáos porque realmente es pequeña pero vale (mucho) la pena. ¿El precio? El otro día compré el Blokus (un juego para un chaval) y me costó 37 euros. En el catálogo del Hipercor vale 38.
    Mucha suerte a los que se trabajan su negocio con amor.

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  3. Hola
    Sólo escribo para unirme a las alabanzas ya publicadas para la tienda de ingenium. Si quieres competir con las grandes superficies, Ingenium ha encontrado la formula perfecta: el buen trato (mimo, diría yo) al cliente. Yo, al contrario de Rafa, si soy un amante de los juegos de mesa, que vive en una ciudad periférica donde cuando hablas de juegos de mesa todos piensan en el trivial o el monopoly. Por ello, generalmente hago mis compras por (bendita) internet en páginas especializadas y, cuando puedo, me escapo a la capital para visitar algunas tiendas y comprar varios juegos para mi colección.
    El caso es que en mi última escapada (agosto 2010), aproveché para pasarme por la calle Bolivar y conocer la tienda Ingenium y ME ENCANTÓ. El local en sí es pequeñito, sí, pero tiene una gran variedad de juegos que ya quisieran tiendas que se dicen especializadas. Encuentras de todo y para todas las edades, y si dudas, no te preocupes que para eso esta la dependienta que no tendrá ningún reparo en ayudarte, resolver cuestiones, aconsejar, mostrarte el juego si lo deseas e, incluso, a enseñarte a jugar. Y es que si vas a vender juegos de mesa, debe gustarte los juegos de mesa y haber jugado, y eso es lo que ocurre con los vendedores de ingenium.
    En cuanto a los precios, no son ni caros ni baratos, sino similares a los de otras tiendas. Aunque tienen algunos juegos con descuentos que son verdaderos chollos.
    Eso es todo. Desde aquí os animo que, cuando podáis, os acerquéis por la tienda y comprobéis in-situ lo que aquí se ha dicho.

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