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I+D personal

El otro día leí un tuit de Andrés Pérez que me gustó mucho. Decía: «Propósitos del nuevo curso. Crea tu plan de I+D Personal. Selecciona 4 temas (1 por trimestre), infórmate y escribe sobre lo que aprendas». Idea concisa, contundente, que demuestra que muchas veces 140 caracteres son suficientes.
Soy un firme defensor del aprendizaje permanente. No sé si alguna vez tuvo sentido lo de aprender sólo durante una época de nuestra vida y luego vivir de las rentas; pero desde luego aquel mundo, si alguna vez existió, ya es cosa del pasado. Y además, debía ser bastante aburrido. Aunque sólo fuera por curiosidad intelectual, uno debería estar siempre aprendiendo («como si fueras a vivir para siempre», que dijo Ghandi). Y no necesariamente sobre una misma temática: es más, creo que es muy sano interesarse por materias diversas que a priori no tengan nada que ver entre sí, pero que sin embargo nos abren la mente.
También soy muy partidario del autoaprendizaje; cursos y formación «reglada» pueden venir bien, pero a día de hoy tenemos todos los recursos del mundo a nuestro alcance para acercarnos a prácticamente cualquier temática que nos apetezca. Con cuatro clicks podemos acceder a conferencias, libros, apuntes, blogs, foros, expertos… de todo lo imaginable, y a cualquier nivel de profundidad que busquemos. A la hora que queramos, donde queramos.
Creo que lo que muchas veces nos falla es la planificación. Como en tantas otras cosas, falta reflexionar y definir una estrategia, unos objetivos. Podemos aprender de muchas cosas, pero como no hemos hecho ningún propósito concreto, al final vamos «picoteando» de aquí y de allá, sin ningún orden ni ningún fin. Pasamos superficialmente sobre los temas, y no dejamos que penetren en nosotros. O simplemente dedicamos nuestro tiempo a distraernos/embrutecernos sin más. Como resultado, pasa el tiempo y aprender, lo que se dice aprender, poquito.
Por eso me gustó la idea de Andrés. Seleccionar un tema, y comprometerse a dedicarle un tiempo con cierta constancia. Quizás al cabo de tres meses ya hayamos llegado a saber todo lo que nos apetecía saber sobre el tema, o quizás descubramos que queremos seguir profundizando. Pero seguro que ese tiempo no cae en saco roto: de una manera u otra, habremos enriquecido nuestro espíritu.
Lo tengo decidido. Este año, voy a definir mi plan de I+D personal.
Foto: Rafael Anderson Gonzales Mendoza

9 comentarios en “I+D personal”

  1. Internet es un atajo rápido a todo tipo de contenidos y tiene la ventaja insuperable de la inmediatez. Sin embargo, la información a la que da acceso es de una calidad dispersa e irregular. Por eso, además de ser críticos con la información, no hay que olvidar las bibliotecas, cuyo fondo suele haber pasado varios filtros de calidad: el de las editoriales y el del personal bibliotecario. El autoaprendizaje es muy saludable, pero limitar a Internet las fuentes de información nos conduce a ser impacientes e irreflexivos y a conformarnos con un conocimiento superficial de las cosas.

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    • Estando de acuerdo contigo en que tener criterio para discernir es importante, creo que no se trata de internet vs. bibliotecas. Cuando hablamos de internet no hablamos solo de foros y/o blogs escritos por quién sabe quién. Internet ya es la mayor biblioteca imaginable. Cualquier libro que puedas imaginar lo puedes encontrar, por no hablar de conferencias de los mayores expertos, recopilatorios de artículos, etc, etc, etc. ¿Superficial? No lo creo.
      Por otro lado, también tengo mis dudas respecto a los criterios editoriales. ¿Acaso no se publican panfletos con cualquier tipo de contenido? Como en todo, hay editoriales más serias que otras, autores más serios que otros… todos con libros publicados. Por lo tanto, el mero hecho de «estar publicado por una editorial» no es una garantía de fiabilidad. Idem con los bibliotecarios… ¿acaso ser bibliotecario implica automáticamente ser experto en cada una de las posibles materias existentes, y como tal tener la capacidad de discernir qué libros son los buenos, los malos y los regulares?
      En todo caso, volvemos a lo mismo. Al final, es cuestión de criterio. Creo que si la idea es «investigar y desarrollar», cualquiera que se ponga a ello no se conformará con la primera explicación que encuentre por ahí. Leerá, profundizará, contrastará… hasta formarse su propio criterio. Con internet o sin él.

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  2. Estimado Raúl, estoy siguiendo tu blog con curiosidad y respecto, comparto con la gran mayoría de tus ideas y leyendo este articulo, confirmo mis creencias que una solo puede evolucionar cada día si lo buscas, por eso hay que estudiar y si deseas un objetivo, sobre todo hay que trazar metas para alcanzaros. Creo que limitarte a internet es limitar el conocimiento. Las bibliotecas las conocen muy pocos, sugiero que hagamos una invitación a la biblioteca, así aseguramos conocimientos sólidos. Ademas, las conversaciones con personas conocidas o no, de estas relaciones aprendemos mucho. Tema, dedicacion y conocimiento. Un fuerte saludo

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    • Pero a ver, que yo no propongo «limitarse a internet». Lo que digo es que tenemos lo que siempre habíamos tenido, y ADEMÁS internet.

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  3. Concuerdo contigo, Raúl.
    De hecho, la mayoría de los estudiantes actuales ya usan internet como fuente «predeterminada» de acceso a la información: fácil, rápido, barato.
    El único punto que yo destacaría en contra de internet, es la lentitud con la que se han generado los contenidos en español. Pero bueno, que también se puede aprender inglés en línea!

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