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De vacaciones por Navarra

Bueno, pues punto final a las largas y variadas (¿y merecidas? qué más da…) vacaciones de este año. La primera semana de septiembre hemos estado en una casa rural en Navarra, haciendo excursiones por los alrededores… todo estupendo. Ayer me di cuenta de que, curiosamente, Navarra era la única comunidad autónoma en la que no había estado nunca: en todas las demás he estado (de visita, por trabajo, de pasada…) pero hasta aquí nunca había llegado. Ahora, ya puedo decir que sólo me faltan las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla :).
Nuestro centro de operaciones era Casa Maricruz, un alojamiento rural en Villanueva de Arce (la foto del post es precisamente la vista del pueblo). Una casa muy agradable (ver reseña en 11870), con su huerto y sus animalitos, en una zona de por sí muy bonita, y a tiro de piedra de bastantes lugares interesantes… por lo que hemos pasado la semana muy entretenidos.
Hemos visitado el mítico lugar de Roncesvalles (donde el Cantar de Roldán y su olifante; tiene el aroma de la historia), incluido el monolito en la cima del collado de Ibañeta (que está todo pintarrajeteado por unos vándalos de aspiraciones nacionalistas… vaya forma de cuidar su tierra). También aprovechamos para cruzar la frontera (tras una bajada mareante por el lado norte del puerto) y visitar el bonito y recomendable pueblo de Saint-Jean-Pied-de-Port (lugar amurallado con reminiscencias medievales, a los pies de los Pirineos, era el punto de confluencia de las distintas rutas del Camino de Santiago desde Europa antes de entrar en España).
También tuvimos la ocasión de hacer un poco de senderismo por la Selva de Irati (aunque un desafortunado y lamentable error nos hizo equivocarnos de sendero y nos alteró los planes previstos; pero dentro de lo que cabe la alternativa no fue mala… eso sí, me pegué una paliza imprevista porque tuve que desandar el camino a recoger el coche, y dejamos constancia de que valientes montañeros estamos hechos).
Otro día lo aprovechamos para visitar Pamplona y pasear por su casco antiguo, incluyendo el recorrido de los encierros (me sorprendió que es más cuesta arriba de lo que me había imaginado) y una comida en el Café Iruña (muy bonito, pero una comida y un servicio que dejan bastante que desear; imagino que les basta con vivir de la fama de Hemingway). También pasamos un rato en la Ciudadela, muy tranquila y agradable.
Y otra de las jornadas estuvimos viendo las Foces de Lumbier (un paseo muy agradable, en el que se puede ir con la sillita del niño y todo), el monasterio de Leyre y el castillo de Javier (muy bonitos ambos… aunque me dejaron una sensación de estar «demasiado» restaurados, lo cual le resta un poco de autenticidad…).
En fin, que mucha actividad, mucho coche arriba y abajo, un entorno natural estupendo… ¿qué más se puede pedir? Ahora lo que tengo es unas cuantas fotos que tendré que ir procesando poco a poco…

3 comentarios en “De vacaciones por Navarra”

  1. Ains… una de las cosas jodidas de estos viajes es darse cuenta de que ni aun viviendo muchas vidas dedicadas en exclusiva a viajar y conocer sitios, acabarías por conocer toda la riqueza que hay. Pero bueno, poco a poco, y a disfrutar de lo que se va viendo!

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