Se veía venir. Este «veranito de San Martín» que ha durado hasta mediados de enero no podía traer nada bueno. Y el temporal de nieve y frío, menos. Y si le sumamos un bebé atrapaenfermedades… pues lo raro es que todavía no hubiésemos caído. Pero oiga, en plan ofertón, dos por el precio de uno. Y aquí estamos mi señora y yo hechos unos zorros. El niño, como una rosa, mira tú por donde.
Lo malo de estar «malito» es que uno no es capaz de centrarse. Esta noche habré dormido dos o tres horas, y el resto ha sido un duermevela desagradable: garganta irritadísima, clínex uno detrás de otro… ¿y ahora? Ponte a trabajar. Pues vamos listos… en fin, espero no meter demasiadas patas en nada de lo que haga. Tampoco creo que pueda hacer mucho, lo imprescindible. Porque estar p’a na… es tontería.
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Pues nada, a mejorarse. Nosotros intentaremos no romper nada en tu ausencia 😉
Lo mismo digo… cuando viene la moquera no nos queda otra que sufrirla. Al menos tu señora estará contigo! (la mia siempre le ve el lado romántico a estas cosas…)
A mejorarse tos!