Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


Elige el mal que quieres asumir

Ayer tenía un intercambio interesante con un viejo conocido en Facebook. Expresaba cierto agobio ante la gestión del correo electrónico; estaba recibiendo más correos de los que podía contestar, y le frustraba esa sensación de ir siempre con la lengua fuera y encima no llegar y quedar mal.
Le proponía yo que usase la técnica de Tim Ferriss para la gestión del email, que básicamente consiste en una respuesta automática donde indica:

  • que sólo lee el correo a determinadas horas o determinados días (para urgencias remite a otros canales) –> estableces la expectativa de que no esperes respuesta inmediata
  • que el volumen de correo que recibe es muy grande y no puede responder a todo –> también establece la expectativa de que puede ser que no te responda
  • para determinadas peticiones frecuentes incluye instrucciones. Por ejemplo «ya no hago reviews de libros, así que si me escribías por eso no esperes respuesta» o «si tienes preguntas sobre mi libro hay publicadas unas FAQ, un foro, etc, etc…» o «para temas relacionados con prensa, contacta con mi agente» –> automatiza una serie de respuestas tipo que cubrirán el 90% de la gente que estaba preguntando.

De esta forma, cuando revise (él o su asistente, en este caso) el correo electrónico no tiene que molestarse en contestar el 99% del correo; lo lees  y, salvo que sea algo que no entre en la respuesta-tipo y que además te interese (porque si no te interesa, lamentándolo mucho, lo dejas sin contestar; algo básico en una gestión productiva del tiempo es tener claro quién lleva el timón), pues lo borras y santas pascuas.
El caso es que me decía mi interlocutor que casi le parecía que quedabas peor con una táctica de este tipo que no contestando.
Quizás. No hay solución perfecta, para esto ni para nada. Estoy leyendo el libro Essentialism, y una de las cosas que plantea muy claramente es que con cada elección asumimos también una serie de «contras». Al final, lo que podemos elegir es con qué «contra» nos quedamos. En este caso, ¿prefieres quedar de prepotente por enviar una respuesta automática de este tipo, o prefieres ir como puta por rastrojo con la sensación de estar todo el día pringado con el correo y encima sin llegar? Tú eliges cuál de los dos males prefieres; porque las soluciones mágicas donde todo son ventajas no existen.

«You can have anything, but not everything»

1 comentario en “Elige el mal que quieres asumir”

Deja un comentario