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Los pobres autónomos

Leo en El País un artículo sobre las dificultades de los autónomos. Interesante, y seguramente muy cierto… aunque no comparto para nada el cierto tono «lastimero» que se desprende de muchas intervenciones. Cuando uno es autónomo, profesional independiente, freelance o como se quiera llamar… es empresa. Igual, ya lo he dicho, que si uno es «asalariado»; también hay un mercado de trabajo, que funciona exactamente igual.
Y como tal, uno se tiene que someter a las implacables leyes del mercado, oferta y demanda. Si consigues ofrecer valor añadido y diferencial, tendrás demanda y podrás generar beneficio. Si no ofreces valor añadido, si hay mucha competencia en tu sector… oferta supera a demanda, caen los precios. Y si no te gusta esa situación, pues a cambiar de actividad o de sector: de hecho en eso se basan los ajustes de mercado, en que ante un equilibrio desfavorable mucha gente sale del mercado, provoca cambios en la oferta o la demanda y un nuevo equilibrio con unas nuevas condiciones.
Me ha resultado especialmente reveladora una frase de un representante de fotógrafos: «Pero el mayor problema es que dentro de los freelance hay mucho intrusismo. Hoy no es tan caro un equipo profesional, por 6.000 euros te compras uno bueno, y en los periódicos hasta el becario no sólo escribe el texto sino que hace las fotos. También a nosotros nos piden que además mandemos un texto».
Eh, cuidado, que ahora cualquier «piernas» llega y hace fotos. ¡Intrusismo! Me llama poderosamente la atención la gente que, a la competencia, le llama intrusismo. Hombre, ya imagino que vivirían mejor en situación de oligopolio (por causas técnicas, como lo difícil/caro que era antes para un amateur obtener resultados «profesionales»; por el control de canales de distribución; o por barreras artificiales del tipo «aquí sólo sacas fotos si eres miembro de nuestra asociación»), pero me parece inmoral sugerir que hay que crear «profesiones protegidas de la libre competencia» para que vivan más cómodos.
«La competencia de los amateurs» es un problema, ya me doy cuenta. Pero oiga, es lo que hay. Si un profesional no es capaz de generar un valor añadido superior al que consigue cualquier «intruso» por mucho menos precio… pues tiene un problema. Pero la solución eficiente para el conjunto de la sociedad (para él sí, claro, sería cojonudo) no pasa por crear «corralitos exclusivos» para protegerle de la competencia.

24 comentarios en “Los pobres autónomos”

  1. Hola, estoy de acuerdo contigo y soy autónomo, solo haría la siguiente matización en el caso concreto de que exista un colegio profesional.
    El colegio vela por que el autor del trabajo esté dado de alta, tenga su título que «respalda» su conocimiento y por el que se le pueden pedir responsabilidades, además de su seguro correspondiente… afín de cuentas hablo de gastos que elevan el precio (no el beneficio) del trabajo profesional, lo que conlleva un agravio comparativo con el aficionado o el becario, pudiendo ser estos últimos tan buenos, o más, que el profesional.
    Un saludo

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  2. Álex, el tema de los colegios profesionales es un tema interesante… ¿cuánto de utilidad real para el usuario (en términos de asegurar calidad, de cobertura de responsabilidades, etc.) y cuánto de corporativismo (crear un «mercado protegido» para sus asociados limitando la oferta) tiene un colegio profesional? ¿Todos son igualmente válidos / necesarios?

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  3. Desde mi experiencia personal, soy arquitecto técnico, me siento más tranquilo cuando otro profesional repasa mis proyectos para darles el correspondiente visado y en más de una ocasión me han corregido y/o comunicado que una u otra norma ha entrado en vigor o ha cambiado.
    De esta tranquilidad propia se ve beneficiado también el cliente, que además tiene ese mismo organismo al que reclamar si no hago lo que debo, y por supuesto, está el seguro de responsabilidad civil obligatorio anual y el exigido en cada proyecto.
    Corporativismo en mi sector…, la Ley de Ordenación de la Edificación define claramente las competencias, y aunque está claro que un albañil te puede reparar una grieta y puede saber por qué está provocada, no se le puede exigir la misma responsabilidad ante un eventual siniestro.
    En cuanto si son todos igualmente válidos/necesarios, la respuesta fácil es decir que no, ya que lo contrario sería una utopía. Lo difícil es valorar y cuantificar cuales son realmente válidos y con qué criterios se determinaría cuales son los necesarios.
    En fin, que yo también he delineado o hecho las veces de decorador, incluso he realizado tareas propias de arquitecto superior sin pertenecer a esos colegios.

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  4. @Alex: hay profesiones y servicios en los que se puede plantear la idoneidad o no de una barrera como los Colegios Profesionales, pero ¿crear colegios profesionales porque así se quita de un plumazo a la mitad de la competencia?
    Si un fotógrafo se queja de que los amateurs le quitan clientes por ser más baratos, es porque los clientes no ven la diferencia. Debe hacer mejor su trabajo o bajar los precios: si los clientes no aprecian la diferencia entre una foto con una cámara de 6.000 y una de una cámara de 1.000 es que se ha gastado 5.000 de más (para ese mercado. A lo mejor los periódicos o las agencias de publicidad sí aprecian la diferencia, y la pagan)
    Raúl: Con lo que estamos escribiendo tú y yo últimamente, nos van a colgar de un gancho por liberazotes y comeniños 😉

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  5. Soy fotógrafo profesional. Me parece muy interesante tu opinión.
    El verdadero profesional no tiene problema. El que tiene o puede tener el problema es el cliente que se conforma con un resultado no profesional… pero que sirve para salir del paso.
    Por lo tanto los estándares de calidad se ven mermados en este ámbito laboral.
    Ocurre lo mismo en multitud de profesiones.
    Mirad periódicos de tirada nacional, ¿ quien realiza el mayor trabajo ?
    Los becarios..
    Si eso es lo que se quiere en este país, mal vamos y peor acabaremos.

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  6. Luis, sí, nos van a «colgar de las tripas de los curas», que diría el Wyoming… 😐
    Santos, no estoy de acuerdo. De «el cliente se conforma con un resultado no profesional», nada. El cliente se conforma con lo que le da la real gana, y no tienen ningún problema ni tiene que dar ninguna explicación a nadie. El resultado «profesional», o «los estándares de calidad», son unas etiquetas que cuelgan interesadamente unos señores: «no, mire, es que nosotros somos profesionales». Bueno, pues me da igual, no les voy a pagar lo que ustedes quieren porque no me parece que reciba un valor diferencial (y el valor es algo completamente subjetivo) que justifique el diferencial de precio. Así que nada, que pase el siguiente a ver qué me ofrece.
    Oferta y demanda, no hay más. «Si esto es lo que quiere este país»… pues es lo que tendrá, y no pasará nada. Oferta y demanda. «Podemos hacer un periódico superpulcro, de periodistas de carné y pedigrí con 20 años de experiencia todos; le va a costar 5 euros» o «Podemos hacer un periódico hecho de notas de prensa arrejuntadas, se lo dejo gratis». Y el cliente decide cuánto valor le aporta cada una de las opciones, cuánto está dispuesto a pagar por cada una de ellas, y actúa en consecuencia.
    Es como si los fabricantes de muebles artesanos pusieran el grito en el cielo, y «mal vamos», porque la gente prefiere comprar en Ikea. «Es que no son unos muebles de calidad». Bueno, lo que usted diga, pero por lo que usted me cobra una mesa yo me amueblo el salón y tres dormitorios.
    Yo pagué a un fotógrafo «profesional» para mi boda. Unas fotos bien hechas (aunque tampoco hubo un despliegue desproporcionado; un fotógrafo, tampoco n puntos de luz, etc…) que ahí están, cogiendo polvo (bueno, no porque me las dieron envueltas en una telita, y tal). Yo decidí pagar por eso. Pero me parece perfectamente respetable que otra persona decida que prefiere que las fotos se las haga su primo que tiene una cámara decente, y que en vez de revelarle tres mil fotos le haga veinte, y que en vez de ponérselas en un album pijiguay con su cartoncito se las dé metidas en un sobre; «es que eso no es profesional». Pues se siente. Al cliente eso le da igual, él ha elegido lo que ha querido. Libre mercado.

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  7. Es que siempre habrá alguien que conciba como injusto que un amateur con talento, ganas y con pasión, pueda hacer el mismo trabajo, por un coste y un precio final mejor que los profesionales.
    Es como cuando finalmente el Comité Olímpico permitió a los profesionales de la NBA jugar en las olimpiadas… ¡menos mal! por cierto…
    El intrusismo se percibe cuando se piensa que existe la propiedad de algo, en este caso un sector. Y por muchos años se pudo tener cierto control en ello. De hecho, de allí vienen los colegios profesionales… como un intento de evitar el intrusismo.
    En el caso contable (el que conozco), he encontrado perosonas que saben más de contabilidad que cualquier licenciado, pero al no tener el título no pueden dar fe de los balances de una empresa, tal vez algún día esto cambie.
    Estoy seguro de que habrá cambios en este mundo complicado y disperso.
    SM

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  8. El problema del intrusismo no es la defensa y protección a ultranza de un profesional contra un aficionado, el problema aparece cuando a los profesionales se les exige afrontar unos gastos que le impiden competir con el aficionado… independientemente del saber hacer.
    No es lo mismo un autónomo albañil, con dos oficiales a su cargo, dados de alta, con los cursos de prevención laboral al día, botas, cascos etc…, que tu cuñao que te hace la chapuza por cuatro duros. No digo que el cuñao no sepa, sino que el que quiere hacer las cosas por lo legal, no solo tiene más gastos, sino que encima pierde chapuzas por caro. Eso si que es intrusismo…

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  9. El contexto de ayuditis generalizada que se está generando a raíz de la crisis está haciendo que afloren comportamientos solicita-ayuditis, de forma instrumental o insconciente, depende.
    Las personas en problemas empiezan a pensar, quieren pensar, que son pobres autónomos, pobres desempleados o pobres damnificados para sentirse con derechos firmes a recibir apoyos.

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  10. Comparto bastante lo dicho por Alex (8), la cuestión del intrusismo «ilegal» es el verdadero problema. Y ahi debe haber controles serios por parte de la administración (el caso de la seguridad que pones es de libro).
    Lo otro es simple competencia y que cada palo aguante su vela.

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  11. Está claro que al que se ve afectado negativamente por ese «intrusismo» le molesta que esto se de porque se pone en riesgo su forma de vida, pero también está claro que el cliente no es ese profesional y sus estándares de calidad suelen ser algo más bajos, por lo que no necesita un exceso de calidad que nunca va a utilizar ni, a caso, percibir.
    El sector en el que yo me muevo, nosotros hacemos cosas que podría hacer el cliente, por si mismo en muchos casos, pero para ello necesitaría ampliar su plantilla, formar a gente y llevar un control muy fuerte, ahora está claro que muchos clientes lo hacen, a otros simplemente no les compensa el gasto fijo.

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  12. Está claro que un profesional (para ciertos sectores, no la arquitectura por ejemplo) puede serlo sin tener una titulación que lo acredite, bien por tener un talento innato, o por la experiencia, y puede hacerlo tan bien como un especialista o titulado. Esto para mí no es un intruso, es competencia.
    El problema para mí, y creo que para todos los profesionales, es cuando el intruso hace competencia saltándose las reglas, ya sea no pagando sus impuestos (autónomos etc.), tirando los precios (páginas wé a 50€!) o valiéndose de enchufes para conseguir trabajos que un profesional (titulado o no) podría hacer mucho mejor (así vemos algunas chapuzas en la administración!)
    Yo creo que si te haces valer haciendo un buen trabajo, aunque haya intrusismo en tu sector, hay un nicho de clientes que van a seguir contando contigo: los que quieren un buen trabajo.
    El problema es que en estos tiempos de incertidumbre, crisis, y todas esas cosas malas, ningún cliente es malo y estamos todos a la que salta 🙁
    Pero vamos, que si un cliente que quiere una web a 50€, quien no quiere al cliente soy yo 🙁

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  13. Me molesta bastante (otra vez) el tono categórico y la forma de despreciar la opnión de los demás, pero bueno, es una opinión y es respetable.
    El problema es que «lo vendes» como si fueran las leyes inmutables del mercado y al que no le guste, que se joda, y no es así. Hay crisis, y el mercado la padece, y está claro que las empresas apretarán a freelance, proveedores, etc. tanto como puedan. No me vale descartar de un plumazo los testimonios por el «tono lastimero», hay razones detrás de esas quejas.
    El comentario del intrusismo es discutible, por supuesto, pero se le puede seguir sacando un análisis objetivo y sólo veo una frase sacada de contexto y más críticas despectivas. Para el fotógrafo que quiere dedicarse a trabajar como tal, que haya gente que venda fotos por cuatro perras y le sirve para sacarse un dinero extra (como podían haberse ido a recoger fresas y joder a los jornaleros), SÍ es intrusismo (aunque podía haber usado otro término), porque está reventando los precios y no es competencia en el sentido de que no son gente dedicada profesionalmente. Colegios, colectivos, sindicatos y demás historias gremiales, aparte.
    Yo esa insistencia por verlo todo blanco o negro, sigo sin entenderla… Sobre todo porque «blanco» suele ser el mercado y la empresa, y «negro» todo lo demás, y sigo creyendo que no es tan simple. Y conste que si no paso del blog es porque creo que los temas son interesantes, pero me parece mal enfocado el análisis posterior.

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  14. Pau, eres muy libre de que te guste o te disguste la forma que tengo de plantear las cosas. Tan libre como de venir o dejar de venir. Ahora, me gustaría que me hablases no de tu percepción, sino de argumentos concretos. En qué, en concreto, estás en desacuerdo.
    Porque yo no he despreciado la opinión de nadie. Doy argumentos por los que considero que no tienen razón y por los que no comparto sus planteamientos, que es muy diferente. Lo hago de forma vehemente, sí, porque es como me expreso. Pero me gustaría saber dónde ves tú las «frases despectivas». De hecho, despectivos son ellos cuando dicen, por ejemplo, «ahora las fotos las hacen los becarios».
    Una pregunta, ¿dónde, según tú, debería apuntarme para adquirir el derecho a sacar fotos? Si yo quiero sacar fotos y ponerlas de dominio público… lo haré. Y si alguien quiere mis fotos de dominio público o con licencia CC en vez de pagar a un «profesional» por las que él hace… está en su derecho. Y si a alguien le molesta… pues que se aguante. O qué vamos a hacer, ¿prohibirme hacer fotos? ¿que sólo cuelguen fotos en internet los que tengan un «carnet» que les acredite? ¿si no soy miembro de un «sindicato de fotógrafos» vendrán a partirme las piernas?
    Me dedique o me deje de dedicar profesionalmente a ello, mi producto entra en el mercado. Competencia pura y dura. Si eso significa «tirar los precios»… pues es lo que hay. Normalmente, como consumidores, estamos encantados de que bajen los precios; menos cuando nos toca a nuestra actividad, entonces hay que poner cuotas, precios mínimos, aranceles y lo que haga falta.
    Pues yo creo que hay que ser un poquito más consecuente. Si la competencia es buena lo es siempre; no vale «competencia cuando me beneficia, proteccionismo cuando me perjudica».
    Mientras cumpla mis obligaciones fiscales (porque como han dicho por arriba: si no lo haces estás haciendo una competencia ilegítima, economía sumergida, mercado negro… y eso es otra cosa), soy libre de poner el precio que quiera a mi trabajo, como si son «cuatro perras».
    Y desde luego sin cobrar puedo dedicar mi tiempo libre a lo que quiera: a colgar fotos en internet, a recoger fresas o a lo que se me ponga. ¿O no?

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  15. a mi me han borrado los comentarios por decir q el curso era CARO y q NO INTERESA, empezamos mal si me compras mi curso eres mi coleguita, si lo criticas eres malito

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  16. Los comentarios a los que haces referencia están aquí, y aquí, donde siempre han estado.
    Aquí nunca se ha borrado un comentario por discrepar. Salvo insultos o manifiesta intención de tocar los cojones, los comentarios se quedan tal y como los escriben sus autores para que todo el mundo pueda valorarlos. ¿Que tú dices que algo es caro y que no interesa? Ahí está para que otros puedan opinar. ¿Que tú dices que te han borrado comentarios? Ahí queda, para que todo el mundo vea que es mentira.

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  17. Por supuesto que no los ves. Porque no los hiciste en este post, sino en otro. Igual tendrías que pensar dos veces en qué post has puesto los comentarios (cuando en mi comentario anterior pone «aquí» y «aquí», hay un enlace para que todo el mundo los vea, sólo tienes que pinchar encima) antes de insistir en decir que te los han borrado.
    Una recomendación: si te fijas en la inmensa mayoría de comentarios, verás que siguen un patrón; discrepando o no, están hechos desde el respeto y planteando argumentos a lo que se dice. Gente así siempre es bienvenida, y si quieres comentar dentro de esa dinámica, estupendo. Pero si lo que quieres es meter bulla (que es la sensación que me da), lo siento pero ni tengo paciencia ni ganas de que esto se convierta en un lodazal por comentarios así, y cualquier exceso en ese sentido lo cortaré de raiz a partir de ahora.

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  18. Sí señor. Completamente de acuerdo. Ninguno de los argumentos de Pau o Álex me parecen que aguanten con la claridad y autoridad de los que ha expuesto Raúl, que comparto además.
    Ya está bien de corralitos, hombre. Al final detrás de eso siempre hay una misma excusa: falta de talento y/o esfuerzo para competir. Triste y lastimosa falta de voluntad, consciente o inconscientemente manifestada. No estamos hablando de subsidios sociales para situaciones de carestía, que eso es otra cosa, estamos hablando de que cada uno, con sus mimbres (iba a decir con sus cojones), se busque sus habichuelas. Ahora, con la crisis, a ajustarse el cinturón, claro, pero sobre todo a aprovechar, a formarse, a innovar, a mejorar la oferta, a crear, a pelear en sana competencia leal, sí de esa que te mejora y mejora hasta a tus competidores porque o te alcanzan o palman. Pues no, a pedir regulaciones restrictivas y a pedir subvenciones. No me apunten a ese club.
    Enhorabuena por el post, Raúl

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  19. Pues yo creo pollalis que te lo debias replantear, para ti si eses capaz de aprobecharlo te vendria estupendo, se te ve muy suelto en esto de los comentarios.
    Y lo de «esta vez» creo que no es una retificación, pero claro con la despedida nos basta.

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  20. El problema principal del intrusismo es que en muchas ocasiones es además economía sumergida y pluriempleo (especialmente sangrante en el caso de funcionarios), lo que les permite tirar los precios, esto debería perseguirse, no el intrusismo en el sentido de yo que tengo un titulo y soy un «profesional de lo mio» debería estar protegido por algún tipo de ley a mi medida. Simplemente hacer cumplir con las normas de juego que hacen que una empresa media española dedique alrededor de 10 meses y pico a pagar gastos e impuesto y solo el doceavo mes y parte de noviembre sean para el empresario. Y nada tiene que ver con el valor creado, sino con el precio.

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