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7 comentarios en “Vender, ligar, seducir y abusar”

  1. Ufff, qué grande, Ata.
    Aunque suene un poco fuerte, me siento acosada. Una empresa de telefonía lleva desde septiembre llamando TODAS las tardes a mi casa. Respondí una vez para decir que no me interesaba, y sigue.
    Lo que me pregunto en estos casos es cómo puede resultar rentable a la empresa este servicio de captación de clientes (infraestructuras, RRHH y materiales, coste de la llamada, etc). Me gustaría saber más sobre este tema, se me escapa.
    Porque, si es efectivo y vale la pena, quizás debería empezar a plantearme recomendar a otros clientes que llamen aleatoriamente a posibles consumidores para que adquieran su producto…

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  2. Estos actos de acoso no son el verdadero problema, hay que ir a la raíz, que no es más que una pobre y desfasada legislación que permite la impunidad. El día que este tema se empiece a legislar de forma severa y acorde con la realidad, ya no habrá más acosadores.
    SM

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  3. Prueba a decirles que no quieres que te vuelvan a llamar, que si continúan los vas a denunciar ante la Agencia de Protección de datos (la mayoría de las personas de los departamentos comerciales y de atención al cliente están advertidos sobre este extremo) puede ser que sólo con esta advertencia verbal paren, si no lo hacen busca en la página de la empresa en cuestión su clausula LOPD, o de Aviso Legal, donde debe venir recogido la información del artículo 5 LOPD y dirígete a ellos por escrito por el medio que te indiquen pidiendo que cancelen tus datos, guarda copia de la comunicación y si volviesen a molestar pues dirígete a la AEPD, suerte!

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  4. Está claro que el telemarketing es un recurso apsado de moda, así como los anuncios en Internet que te bloquean, sobre todo con conexiones limitadas, o anuncios que cada poco tiempo te abren una ventanita. Suelen ser anuncios de coches, si os fijáis, o es que invierten poco o es que ya no saben donde meter el dinero…

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  5. El problema es el de siempre, pese a saber que esa no es la forma correcta de conectar con las personas, de que se sientan atraídos o interesados por tu producto, el volumen de publicidad mala es tan grande que llegas a dudar de tus principios, jeje, (solo durante un momento eso si).

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  6. A parte del acoso denunciable, está el inofensivo, pero que demuestra una poca capacidad de interesar por parte de los anunciantes.
    La mayoría de planes de medios surgen más o menos así:
    – ¿qué le gusta a nuestro público?
    – le gusta ver la fórmula 1
    – Ok, ¡jodámosles la retransmisión de F1!
    El debate abierto por Raul hace un par de días lo dejaba claro: por un lado estaban a los les molestaba mucho la publi, y por otro a los que les molestaba menos y estaban «dispuestos a soportarla», como un mal menor.
    ¡Pues menudo panorama!, si las chicas se dividiesen entre las que no me soportan y las que no me hacen caso…
    Las marcas, por su propio bien, tienen que cambiar de actitud y esmerarse en interesar. Quizá el primer paso sea dejar de preguntarse «qué quiero contar», y preguntarse «qué quieren oir». Aunque eso dejaría desfasados muchos briefings, muchas teorías, muchos hábitos…
    No estoy inventando nada. Afortunadamente cada vez hay más ejemplos de cosas hechas bajo este prisma.

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