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Speed networking

En la pasada reunión de Hubmadrid, gran parte del evento estuvo dedicado al networking: presentarse a otras personas, contarles tu proyecto y escuchar cómo ellas presentaban el suyo. Pero, a diferencia de otras experiencias que he tenido, ésta me gustó.
Hace ya un montón de meses estuve en una comida de negocios de Networking Activo (en realidad, todavía era comida de negocios Marqueze), donde se nos hizo practicar el «networking agresivo» (soltarnos a todos en una sala y hala, ancha es Castilla, a «cazar» gente a la que contarles tu rollo) que me dejó un mal sabor de boca: demasiado «agresivo» para mí.
Sin embargo, en esta ocasión ha sido distinto. Y es que el networking se ha desarrollado de acuerdo a un dinámica organizada.
En primer lugar, se han creado dos círculos concéntricos de personas. Había dos minutos para contar tu historia (siguiendo tres puntos previamente pactados: quién eres y cuál es tu proyecto, qué crees que destaca en tí y qué es lo que estás buscando para avanzar en tu proyecto), y a la voz del moderador, las tornas cambiaban y era tu interlocutor el que te contaba a ti. Pasados esos cuatro minutos, el círculo exterior rotaba una, dos o tres posiciones… y así tenías enfrente, sin tener que tomar ninguna decisión, a una nueva persona con la que interactuar.
De esta forma, se elimina el factor estresante de «elegir presa» (sobre todo cuando no tienes criterio ninguno para hacerlo), y también la incomodidad de «dar por terminada la conversación»: en esos dos minutos apenas da para contar lo imprescindible (algo que también te obliga a afinar tu mensaje), y cuando quieres darte cuenta ya estás hablando con otra persona.
Esta dinámica la practicamos durante unos quince minutos (me dio para charlar con 4 personas).
Luego se propuso una dinámica de grupo: aquéllos que tuviesen un interés especial por hablar de un tema concreto tenían que acercarse al centro, escribir el tema en una hoja y enseñársela al resto de los asistentes. Cada uno de los demás simplemente teníamos que elegir, de entre los temas propuestos, aquél que más nos interesara. De esta forma, se organizaron naturalmente grupos de debate alrededor de temas de interés. El resultado fue una conversación mucho más intensa, profunda e interesante para todos los presentes (ya que cada uno estábamos hablando de lo que queríamos con gente afín).
En definitiva, creo que ese punto de «organización» le vino muy bien al evento y al resultado del networking.

7 comentarios en “Speed networking”

  1. Creo que mi hijo en la guardería jugaba a algo parecido 😀 y es que ya hay un libro que dice: «Todo lo que necesito saber lo aprendí en el parvulario» 🙂
    Perdona la broma, es que os imagino así, en circulos, obedeciendo al profe, digo al moderador…

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  2. Pos así visto desde fuera y sin la inquietud que tú muestras por el networking, parece más una frikada y un rollito un poco sectario que otra cosa :oD.

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  3. Joserra, existe esa tendencia (que no sé en qué medida representas o no) a considerar que las cosas sólo pueden ser serias y circunspectas en el mundo de los negocios. Cualquier dinámica diferente (y no te cuento si implica movimiento, colores o cualquier otra cosa) se tacha con facilidad de «jueguecito» intrascendente. Yo hace ya tiempo que dejé de preocuparme por el «qué dirán»; sé que esas cosas funcionan (generalmente mucho mejor que la opción «formal»), pero el que no lo vea claro… que escoja la otra opción.
    Ale, qué quieres que te diga…

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  4. Jeje, si era un broma. Yo he estado haciendo reuniones donde lo primero que había que decir eran tus «sentimientos» en ese momento hacia el trabajo (siguiendo una serie de técnicas). Y tengo en mente seguir utilizandolo cada vez más, unas pruebillas, reuniones, levantando la mano para votar (pulgar arriba o abajo), y cosas así..
    ¡No te molestes! que no soy de los de camisa y corbata 🙂 perdón si te he ofendido, nada más lejos de mi intención!

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  5. Joserra, no me malinterpretes: no pretendía personalizar en ti, que ya digo que no sé cuánto de «decirlo en serio» o «decirlo en broma» había en tu comentario.
    Solo digo que el soniquete de los «jueguecitos», el mirar por encima del hombro, el desdén… es algo con lo que me he encontrado ya muchas veces. En clientes, en compañeros, y en amigos. Hubo un tiempo que me tocaba la moral. Pero hace tiempo que ya no.

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  6. Hace algunos años estuve en un evento de formato similar organizado por Marcus Evans. Aplicaban igualmente la técnica del speed-dating a los contactos de negocios.
    En este caso Marcus Evans había reunido en un hotel en Mónaco a un par de centenares de responsables de formación en grandes empresas, con cargo a una cincuentena de proveedores de software y servicios.
    Cada proveedor estaba en un booth que era visitado de forma regular por N posibles clientes interesados a priori en lo que vendías. El cliente llegaba, se presentaba, tú le presentabas rápidamente tu empresa y luego se intentaba hacer un primer contacto en el que se cruzasen necesidades y productos/servicios.
    La diferencia aquí es que previamente se utilizaba una herramienta online de match-making para casar posibles clientes con proveedores.
    Todo esto combinado con un espacio de exposición, conferencias y demás… vamos, más animación que un todo incluido del Caribe 😉
    A nosotros no nos resultó demasiado, pero no tanto por el formato del evento como por la poca adecuación de nuestra oferta. Pero ya digo que el formato me pareció interesante.
    Siguiendo con las analogías en el campo del ligue. El mismo formato se está utilizando para citas online usando webcam… ¿se podría hacer para business?, ¿speed-networking online?.

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  7. Álvaro, pues no parece una idea descabellada. De hecho, me parece bastante más descabellado que se utilice para citas «románticas»… y ahí está.
    Yo estoy explorando las posibilidades entorno a la comunidad VDC (o sea, la gente que lee este blog). Quizás surjan cosas interesantes de ahí.

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