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Las lecciones del caso Referenta

Hoy ha salido a la luz lo que podríamos llamar el «Referentagate» o «el caso Referenta». Pero vayamos por partes.
Referenta es un proyecto que se puso en marcha hace unos meses, tras el cual estaban gente como Jero Palacios o José Antonio Gelado (de los que tengo buena opinión en líneas generales). Estuvieron un tiempo tramándolo en silencio, y finalmente salió a la luz con vocación de ser un sitio con contenidos tecnológicos elaborados en profundidad (artículos más largos y trabajados de lo que suelen ser habituales como norma general en los blogs comerciales), y con un interesante componente de red social. El resultado no estaba mal: más allá de que yo no fuese lector habitual (temáticas muy alejadas de mi día a día) sí me parecía percibir ese «toque diferente» en los contenidos.
El caso es que hoy nos enteramos de que el equipo fundador de Referenta ha sido apartado de la web y, tras un par de semanas sin actualizar el sitio, aparecen un par de noticias verdaderamente patéticas (un cortaypega, una nota de prensa y un post de dos párrafos) elaboradas por personas diferentes al equipo habitual, y un comunicado del anterior equipo de Referenta explicando que ellos no tienen nada que ver con eso.
Ya en algunos posts se deja entrever el fondo de la situación: los accionistas mayoritarios (que no eran el grupo fundador, sino unos socios «capitalistas» con posición muy mayoritaria en el capital; algo que a mí me ha pillado por sorpresa, porque había asumido que la empresa era del equipo) no estaban de acuerdo con la línea editorial de «pocos artículos bien trabajados» y querían cambiarla por «muchos y menos trabajados», y lo mejor que se les ocurre es apartar de la noche a la mañana al equipo original.
Sin saber más de lo que he leído por ahí (y por lo tanto con riesgo de «pasarme de frenada» con alguna reflexión), se me vienen a la cabeza estos puntos reseñables en la situación, a modo de lecciones:
Lección 1: las empresas son de quien tiene más acciones
Así, sin más. Quien tiene más acciones, toma las decisiones. No importa que haya socios minoritarios (o incluso no socios) que sientan que la empresa es suya, porque no lo es. No cabe llevarse las manos a la cabeza por algo así.
Lección 2: no actúes como si la empresa fuera tuya cuando no lo es
Ligada directamente a la lección 1. No merece la pena poner toda tu pasión, todo tu esfuerzo, dar la cara o pelearse hasta la extenuación por un proyecto que no es tuyo. Porque cualquier día, el dueño real del proyecto te da una patada, y de nada vale ser el «dueño moral». Si lo haces, le estás haciendo el trabajo sucio a otros.
Lección 3: si realmente amas el proyecto, no entregues el control de tu empresa
Algo que es a veces difícil de cumplir. El dinero es importante, pero tiene un coste. Y no sólo en términos de intereses, sino de someterse a la voluntad y al control de otros que no eres tú, que te imponen por dónde debe ir tu proyecto. Entonces, el proyecto deja de ser tuyo. Hay otras vías de financiación que no pasan por entregar el control. Y si lo entregas, entonces asume las lecciones 1 y 2.
Lección 4: de verdad, antes de entregar el control, valora si es necesario
Teniendo en cuenta lo anterior, creo que entregar el control debe ser la última opción. Y aquí creo que los chicos de Referenta cometieron un error. Sin duda, con dinero todo se hace más fácil (se hace un diseño molón, se programa una herramienta desde cero, se paga a los editores desde el minuto 1…), pero se asumen unas servidumbres importantes. ¿Hubiera podido Referenta nacer y desarrollarse sin esa inversión inicial? Yo creo que sí, otros lo han conseguido antes. Quizás hubieran tardado más, o los editores tendrían que haber trabajado «de gratis» al principio, o hubieran tenido que conformarse con algo menos que una plataforma a medida. Pero… el proyecto hubiera sido suyo y lo hubieran llevado por donde ellos querían.
Lección 5: si no hay más remedio que entregar el control, cuidado con quién lo haces
Supongo que esto es fácil decirlo a toro pasado, y que ellos pensarían que eran perfectos. Pero viendo cómo se ha desarrollado la historia… ¿realmente estos socios eran los más indicados? Quizás hubiera sido mejor tardar un poco más en encontrar al socio adecuado (alguien de quien te puedas fiar, que confíe en el proyecto, que no actúe de cualquier manera). Ése es un trabajo que puede llegar a costar años, pero seguro que hay gente así.
Lección 6: las formas son importantes
Hay formas y formas de hacer las cosas. Se puede llegar a una situación en la que hay intereses contrapuestos, se puede llegar al punto de decir «aquí el que manda soy yo y ésta es mi decisión». Pero no hay que perder nunca los papeles: las cosas se explican con respeto y se busca la mejor salida posible, un plan de transición razonable (aunque cueste algunos euros más)… y que cada uno siga su camino. Pero cerrar este tipo de situaciones a portazo limpio dice poquísimo de quien lo hace.
Lección 7: ¡es el talento, idiota!
Igual piensan los accionistas de Referenta que ahora podrán hacer con el proyecto lo que quieran. Pero no, simplemente han matado lo mucho o poco que hubieran logrado hasta ahora. Un proyecto así (prácticamente cualquier proyecto) se sostiene esencialmente de talento y pasión. El dinero es (a veces; no siempre) necesario, pero no es nunca suficiente. Es un commodity. Lo que hace que un proyecto destaque no es el dinero. Con su actuación, han eliminado el «alma» de Referenta. Ahora tienen un dominio y un archivo de noticias de unos meses, una fea reputación… y poco más. Tienen dinero, pero no tienen proyecto ninguno.
Bonus track: ¿era sostenible el modelo que proponían en Referenta?
No sé lo que buscaban los accionistas de Referenta: visibilidad, notoriedad, páginas vistas… lo que parece claro es que el enfoque de «pocos posts, muy profundos» no les estaba convenciendo. Puede que haya sido falta de paciencia… o puede que mi teoría de que los blogs comerciales sólo se sostienen con muchas entradas de perfil medio no ande tan desencaminada. Mi sensación es que una apuesta como Referenta podía convertirse en un «blog de culto», pero no en un medio masivo con millones de páginas vistas.
En fin, una situación feucha en la que lamento que se haya visto envuelta gente a la que le tengo cierto aprecio. Pero, aunque suene feo, también nos puede servir a todos para escarmentar en cabeza ajena; creo que aparte de una actuación cuestionable (sobre todo en las formas; en el fondo ellos sabrán lo que quieren para su empresa) por parte de los accionistas de referencia en la web, también ha habido un punto de ingenuidad o de expectativas equivocadas en el equipo, lo cual supongo que hace que duela más el desengaño.

9 comentarios en “Las lecciones del caso Referenta”

  1. Es una pena que pasen estas cosas y que el esfuerzo, las ilusiones y las horas de trabajo de tanta gente al final se queden en nada. Desgraciadamente cuando te asocias con alguien para que meta pasta en el proyecto al final cuentan más los resultados económicos que el proyecto en sí.
    No es la primera vez que lo veo, y los consejos que propones creo que son la clave para evitar este tipo de situaciones.
    Un saludo.

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  2. Muy buenas reflexiones, sobre todo la 2, aunque es gracioso que luego siempre te digan que no te «implicas». Supongo que es difícil para quien tiene la empresa o quien se lleva una buena tajada por beneficios, el que otros «simplemente» hagan su trabajo y no den el 150%.
    La experiencia me dice que el empresario es el empresario y tu un simple trabajador, y que nadie es imprescindible en ningún proyecto.
    Saludos

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  3. Qué mal suena esta historia. Por cierto, según el Registro mercantil Referenta 2008 se dedica a la muy noble actividad del «tabaco en rama» y su presidente es un tal José Antonio Valenzuela, también relacionado con la empresa PC-ONLINE 2000.

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  4. JAJAJAAAA…. lo del «tabaco en rama» es buenísimo :). Lo de la relación con PCOnline creo que sí lo tenía localizado (Jero empezó a trabajar allí, así que imagino que el apoyo vino por ese lado… no le envidio la situación, no).
    Roberto, efectivamente es triste. Pero se repite contínuamente… supongo que a todos nos gusta fiarnos más de lo que debemos de las buenas palabras de los demás.
    EstoyRepe, estoy de acuerdo. Y es algo complicado; efectivamente las empresas necesitan que la gente se involucre, pero es antinatural. Sólo se van a involucrar si perciben que algo «es suyo», y no vale tampoco con darles el 1% de la compañía. La única opción (me lo guardo para un post) es hacer que, yendo cada uno a lo suyo, el resultado sea bueno para la empresa. Complicado.

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  5. Solo aclarar que en ningún caso se ha dejado de lado al Sr. Jerónimo Palacios del proyecto sino que él por voluntad propia y de un día para el otro avisó que lo abandonaba. De hecho el Sr. Palacios actualmente es uno de los accionistas principales de la sociedad Referenta 2008 SL y es quien desde un principio administró y gestionó el 100% del proyecto.
    Al abandonar el proyecto no ha dejado más que información mínima sobre la gestión del mismo y personas que casi intervinimos en temas de referenta.com hemos tenido que intentar recaudar para ver como se podría sacar adelante.
    El presupuesto que el Sr. Jerónimo Palacios entregó a la dirección del Grupo que colaboraría con Referenta.com hablaba de visitantes mensuales e ingresos por aportaciones de fabricantes que hacían viable el proyecto pero al momento de abandonarlo no se cumplieron en absoluto las proyecciones (ni siquiera se acercan al presupuesto presentado)
    A fines de Mayo cuando el Sr. Palacios abandona el proyecto Referenta.com existe un déficit por gastos que se acerca a los 30.000€ y varios compromisos con fabricantes de primera línea sin cumplir.
    Está claro que un equipo profesional de editores como el que se formo para Referenta tiene mucho poder de influencia y les será relativamente fácil tirar abajo el nombre del proyecto pero creo que cada uno debería analizar la situación y entender que el principal responsable de esta situación tiene nombre propio y es a quien se debería pedir explicaciones. Nosotros hemos estado intentando obtenerlas pero desde el abandono del proyecto jamás nos respondió un e-mail ni una llamada por TEL (nos consta que a muchos integrantes del proyecto tampoco les da respuesta alguna).
    Posiblemente en un tiempo se verá otro proyecto similar con el mismo equipo de editores (posiblemente con una versión mejorada de referenta.com dado que la misma se encontraba terminada y según el Sr. Palacios lista para pasar a producción pero esto es otro de los temas que dejo inconclusos por motivos que aun no termina de explicar)
    Esperamos que en dicho proyecto el Sr. Jerónimo Palacios actúe con mayor seriedad que la que ha demostrado en el que hoy se intenta mostrar como “el más lamentable de los proyectos web”.
    Hasta ahora, se delegan todas las responsabilidades a personas que de un día para el otro se encuentran con un proyecto abandonado y sin embargo ninguna de estas personas ha emitido ningún comentario referente a quién desde un principio ha sido su responsable y con quién plasmaron acuerdos que hoy están sin cumplir.
    Un cordial saludo
    Referenta 2008 SL

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  6. Vaya cuando se llegan a estas situaciones lo único claro es que todos han perdido. Aunque intuyo que hay algo más de una discrepancia sobre la elaboración del contenido. Especial atención con los planes de negocios optimistas, es normal que si después la realidad se encuentra muy muy alejada del plan los que han puesto la pasta se puedan llegar a sentir engañados.
    Sobre las participaciones accionariales, está claro que el accionista mayoritario es el que manda y que la peor participación que puedes ostentar en una compañía es un 49%. En cuanto a quién tiene más poder si el emprendedor que impulsa un proyecto o el empresario que aporta el dinero yo me temo que el primero es el que tiene la sartén por el mango aunque tenga una participación minoritaria. Sacar al emprendedor del proyecto suele ser una medida desesperada para intentar salvar como sea los muebles o el dinero o esto o efectivamente los accionistas mayoritarios son unos kamikazes si deciden liquidar al emprendedor sólo por discrepar sobre el tamaño de los post. Igualmente puedes tener una participación minoritaria pero si has redactado un buen contrato de accionistas estar relativamente protegido.

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