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La influencia de los bloggers

Casi coinciden en el tiempo dos comentarios en mi blog sobre el mismo tema. Tanto Hombre sin Personalidad (en éste) como Estoy Repe (en éste y en éste)se preguntan hasta qué punto la opinión de un «blogstar» puede ser realmente influyente o no.
No es mala pregunta. Mi visión es que hay dos teorías contrapuestas, y en las dos encuentro algo de sentido: por un lado, que no importa el «cuántos» sino el «quiénes». Y si a determinadas personas les lee un número (reducido si quieres) de periodistas y directivos, sus opiniones adquieren un cierto nivel de influencia; no les conoce el gran público, pero sí pueden influir en quienes luego influyen al gran público. Eso suponiendo que sea «el gran público» el objetivo, que no siempre lo es; el objetivo también pueden ser nichos más concretos.
Pero por otro lado, también estoy de acuerdo en estamos encerrados en un micromundo digital alejado del 99% de la población y que «es cierto que esto del ‘ombloguismo’ nos aleja, quizás demasiado, de la realidad…» (esta es una cita de un post mío de hace más de tres años). Que es una «sala de los espejos» en la que «nos creemos que somos algo cuando en realidad somos una parte minúscula, ínfima, no ya de la población mundial, sino de la población de los países presuntamente desarrollados e incluso de la población de nuestro perfil educacional o socioeconómico» (otra cita del 2005). O sea, que puede que de influencia, nada de nada.
De hecho, hace unos meses salió un estudio que decía que los presuntamente influyentes influyen menos que la opinión de nuestros conocidos cercanos. O sea, que al fin y a la postre, los «púlpitos 2.0» tampoco sirven para mucho, sólo en la medida en que sus lectores (habituales, que no son todas las visitas ni mucho menos) les concedan esa «fiabilidad».
En definitiva… que sí, que probablemente sea cierto, que al final esto es un divertimento como otro cualquiera y poco más. Pero… ¿y lo bien que lo «pasemos»?

4 comentarios en “La influencia de los bloggers”

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