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La doctrina del shock

He visto este mini-documental (o anuncio promocional, en realidad) elaborado por Naomi Klein (autora de No Logo y que ahora está en promoción de su libro La doctrina del shock) en el blog de Julen. Resulta interesante su tésis: igual que se provocan estados de shock a nivel individual (se hacía con los enfermos mentales y se aplicó en el ámbito miltar para «ablandar» prisioneros), también es posible hacerlo a nivel general (bien sea aprovechando situaciones exógenas o bien provocándolas directamente); una sociedad en estado de shock admitirá la imposición de cambios y de normas mucho más facilmente de lo que lo haría en condiciones normales.
Naomi Klein me genera una cierta distancia. Creo que es una activista: no quiero decir que eso sea malo per sé, pero sí que sus libros y sus planteamientos hay que leerlos siendo conscientes de que no es ni pretende ser una «analista imparcial», sino que pretende movilizar las conciencias hacia sus tésis. Pero aun así, no está de más ver lo que cuenta.
Yo estoy en proceso de leer todavía No logo. Me cuesta un montón, no sé si es por el estilo narrativo del libro o por una pésima traducción (que transforma el libro en farragoso y cansino). Pero está bien leer de vez en cuando a los activistas, para ensanchar nuestra visión del mundo.

7 comentarios en “La doctrina del shock”

  1. Hace unos meses pude conocer a Naomi Klein y pude verla en una conferencia (www.youtube.com/watch?v=-f0iK1lJn8o) y más tarde charlar con ella. Aparte de la cara de horror que puso una antimarca como ella cuando le dí mi tarjeta de asesor de marca personal, la conversación fue muy sensata.
    Aunque soy contrario a muchas de sus tesis. Me dio la sensación de que es una persona que defiende sus ideas pero no es una radical. Es una periodista que investiga y se lo «curra». No es una «progre» de ideas superficiales.
    El contraste con la gente de la mesa cuando presentó su libro fue brutal. Los «intelectuales» y académicos españoles que la acompañaban parecían sacados de los setenta. Tópicos antisistema, anticapitalistas sin ideas. Sin embargo, ella supo defender inteligentemente sus tesis sin recurrir a propaganda rancia.
    Estoy de acuerdo contigo con que no es imparcial, pero creo que merece la pena leerla. Aunque, como yo, no compartas sus planteamientos.

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  2. La verdad es que no se cual es la finalidad del vídeo. Los políticos saben muchos se shocks y de momentos propicios; el resto de la población también (vendedores, banqueros, inversores, etc.).
    Saludos.

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  3. Raúl, no sé porqué me da la impresión de que dices «activista» con cierto desdén. «Es una de esas que habla sesgado». Si ese es un motivo para restar credibilidad al trabajo de documentación que presenta ese libro, deberías dejar desde ya dejar de leer cualquier tipo de publicación (documentada o no). Digamos que podrías empezar por no leer blogs, siquiera esos no comerciales que dices que te gustan (creo que con buen criterio), todos los blogs son parciales (incluído el mío), pero uno que lees seguro es el tuyo. Y tampoco es imparcial (cuando das consejos de finanzas personales, son tus tesis las que expones y es hacia tus tesis que te gustaría que el lector se dirija, y seguro que lo dices porque crees que es lo mejor que puedes decirle). Y está bien así, está genial: eso es un blog. Eso es una publicación. Así son todas, excepto las publicaciones científico-técnicas, absolutamente desprovistas de opinión, y no hablamos de esas ahora mismo.
    No sé si me explico: es imposible construir una casa sin ladrillos, de forma que lo que tienes que ver no es que la casa lleve ladrillos (porque siempre va a llevar), sino que los ladrillos estén bien puestos y no puestos en falso. Ahora cambia ladrillos por opinión 😉
    Economist, WSJ, The New Republic, El Mundo o Público. Todos tienen opinión, el artículo más objetivo nunca lo va a ser del todo. Porque está la subjetividad del autor por detrás, consciente o no.
    Si todo lo que puedes decir que no te gusta de Klein es que es una activista subjetiva, es casi un halago pues no hay errores de fondo que criticar.
    Ahora, también te digo que para no ceder la fuerza argumental de tus propuestas, hay que hacer un empeño en serlo [objetivo], y que Naomi Klein a veces pone demasiada «pasión». (y esto lo dije en mi blog cuando leí su segundo libro).
    Por lo demás, poco que añadir, los libros de Klein son densos (precisamente el menos denso y el más «pasional» es el que te he enlzado, por tratarse de columnas periodísticas escritas «desde el terreno» en situaciones -a veces- de carreras policiales) trabajos de documentación profunda, como ya ha dicho Andrés.
    Por concluir, No Logo fue un libro que leí hace ya unos años y que me gustó bastante. Pero bueno, yo no creo demasiado en la utilidad de las marcas (nunca lo creí) así que me parece fantástico que alguien le de un poco de cera a la idea subyacente tras ellas. Si yo tratara de ir por ahí vendiendo mi marca (y no vendiendo mi producto, que es lo racional), quizá pensaría diferente.

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  4. Neurotransmisores, quizás no todo el mundo tiene tan clara esa realidad, no está mal pensar sobre ello.
    Versvs, no es exactamente eso lo que quiero decir. Simplemente digo que Klein tiene un sesgo, y que no está mal tenerlo en cuenta cuando se la lee. Siempre te vas a encontrar gente que encuentra datos para sostener una tésis y la contraria, y está bien saber de qué pié cojea cada uno antes de hacerse seguidor a pies juntillas. Exactamente igual que con Michael Moore, o con Jiménez Losantos, o con Pedro J. Por lo tanto, no es un intento de «restarle credibilidad», sino de ponderar lo que dice: no estoy diciendo que mienta, digo que presenta «su» verdad con «sus» objetivos.
    Andrés, gracias por el matiz. No dudo de que se «lo curre», en absoluto.

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  5. Yo el de No Logo ni siquiera lo he comprado. Como había visto a gente hablar de él… lo miré hace tiempo un poco en una librería (el índice y poco más) y no me pareció que me fuera a gustar. Ayer lo miré un poco más y me dio mejor impresión, aunque tampoco me lo compré.

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  6. Yo estoy leyendo el libro, y sólo puedo recomendarlo. Incluso no estando de acuerdo con las tesis más pasionales de Klein, la consecuencia más débil y aún así tremenda que saco es que hay un capitalismo exacerbado y radical, que por eso mismo se convierte en criminal, y bajo el cual las sociedades simplemente no funcionan para la mayoría de las personas que las componen. Klein no defiende el comunismo, sino un sistema que mezcle las cosas buenas de comunismo y capitalismo, lo que últimamente se calumnia tanto: el sistema del estado social o del bienestar, y que los cambios que sean necesarios se hagan siempre de forma gradual y contando con los ciudadanos. He escrito un post donde te recomiento el libro, Raúl. Creo que quedándonos sólo con los datos de lo que cito en ese post, uno puede ver bien a las claras lo que he expresado aquí.

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  7. Pues yo me he ventilado seguidos en tres semanas La doctrina del shock y No Logo. Mi opinión: ¿es importante leer con distancia crítica cualquier cosa? Sí y no. Hay que ser conscientes de que vivimos en una sociedad invadida por el poder de las empresas: poder económico que se expande más y más. Las distancias salariales entre quienes cobran y quienes cobran menos en las empresas se ha disparado y en bastantes ocasiones las cifras son sonrojantes si las comparas con lo que pasa en los países productores de la mayor parte de los bienes de consumo de que gozamos en este primer mundo.
    Necesitamos libros como los de Naomi Klein porque, si no, casi seguro que, desde luego, perdemos la visión crítica con lo que está pasando.

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