Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


Curiosa forma de pedir ayuda

Me llega al email un mensaje escrito en portugués, que con cierta dificultad consigo leer. Se trata de una psicóloga brasileña, una tal… (bueno, mejor no pongo el nombre, que tampoco se trata de hacer «sangre» con ella sino de extrapolar el ejemplo), que dice que ha leído mi artículo sobre la jubilación en El Blog Salmón (aunque a tenor de lo que sucede después, no parece que demasiado bien 🙂 ). El caso es que me cuenta que es terapeuta de pareja y de familia, que no tiene mucho tiempo libre, que le han invitado a dar una conferencia sobre «nuevas relaciones en la jubilación» y que si puedo proporcionarle material para preparar su intervención: textos, materiales o actividades para desarrollar con 15 parejas que están a punto de jubilarse.
En fin, una curiosa petición a la que, con cierto esfuerzo y ayudado por el diccionario, intento contestar en portugués: «Gracias por el email. No hablo portugués pero entendí lo que decías. Lo siento, no te puedo ayudar».
Hoy me encuentro con una respuesta que me deja francamente sorprendido. De nuevo en portugués (no sé muy bien qué parte de «no hablo portugués» no ha entendido), me dice lo siguiente:
«Me sorprende su email porque alguien que se atreve a escribir en internet sobre jubilación o sobre cualquier otra cosa me dice que no me puede ayudar, no tiene nada con lo que contribuir o intercambiar conmigo. De ahí pensé: una de dos, o es egoista y cree que el mercado de la consultoría es suyo, se siente amenazado y no quiere perder el tiempo con alguien de tan lejos que ni siquiera conoce; o es alguien que nunca ha oído hablar de la ley del retorno, y también puede ser que sea alguien muy limitado que no debe tener mucho margen para desarrollarse».
Alucinado, le he contestado. Esta vez en inglés, que no deja de ser «lingua franca». No voy a perder el tiempo en intentar malexpresarme en portugués, ni a asumir arrogantemente que entiende el español (que, visto lo visto, lo entiende poco).
«‘Como ya he dicho antes, no hablo portugués. Sin embargo, hice el esfuerzo de tratar de leer tu mensaje, e incluso un esfuerzo superior en intentar escribir una pequeña respuesta. No tengo ninguna información sobre relaciones en la tercera edad. Hablo de la jubilación desde una perspectiva económica, que no tiene nada que ver con «relaciones», y ese es el motivo por el que te digo que no te puedo ayudar.
Dicho esto, he encontrado francamente desagradable tu respuesta, en la que en vez de agradecer y tener en cuenta mi esfuerzo en darte una respuesta medianamente amable, eres tan brusca llamándome «egoista» o «limitado». Lo cual no deja de ser una forma bastante curiosa de pedir ayuda. No parece que hayas oído hablar mucho de esa «ley del retorno» que mencionas, porque si no no entiendo cómo pretendes que la gente te ayude comportándote así.
Si me permites un consejo, intenta no insultar a la gente a la que pides ayuda. Así se incrementarán las probabilidades de conseguir esa ayuda.
Mucha suerte con tu conferencia.»

En fin, el motivo por el que traigo esto aquí es por un lado desahogarme un poco (realmente me ha tocado la moral) y por otro poner sobre la mesa el comportamiento de determinados perfiles, que más que pedirte te exigen que les ayudes a hacer su trabajo permitiéndose el lujo de ser desagradables en el camino. Seguro que a todos nos ha pasado alguna vez. Que yo sepa, así no funcionan las cosas… si quieres que te ayuden, es más fácil si antes has ayudado tú. Dar antes que recibir. Sembrar antes que recoger. Y lo de la amabilidad y la cortesía, qué os voy a contar…
PD.- Había una tercera motivación, que era poner el nombre de esta «psicóloga» (con psicólogos así, los pacientes tienen que estar de un tranquilo…) para que entendiese bien, vía posicionamiento de su nombre en Google, eso de la «ley del retorno». Afortunadamente mi nivel de rebote ha bajado a límites controlables antes de hacerlo.

15 comentarios en “Curiosa forma de pedir ayuda”

  1. Ya me ha pasado en alguna ocasión recibir algun comentario de ese tipo despues de contestar con toda la amabilidad a peticiones absurdas. con esas experiencias a veces te dan ganas de dar la callada por respuesta. Son cosas que no se entienden…Lo siento.

    Responder
  2. A mi también me ha pasado en alguna ocasión que me han escrito un email por algún post del blog. Resulta que el caso concreto que te preguntan no lo sabes o no les puedes echar una mano y les respondes con buenas palabras, y luego encima se enfadan y dicen que para eso que no escriba en el blog. Si es que a veces…
    Saludos, Iván.

    Responder
  3. Casi seguro que en tus ya lejanos tiempos de consultor encontraste a gente así dentro de tu misma oficina. Especialistas en exigir tu ayuda, autoasignarse el mérito y estar siempre demasiado ocupados para ayudar a los demás.

    Responder
  4. ¿ se ha dignado contestarte ? .. . . seguro que nó, pero al menos un lo siento no le hubiera quedado mal.
    Bravo por tí, que has sabido controlarte, y no dejarte llevar por la indignación.
    La buena educación la tiene que demostrar quien la tiene .

    Responder
  5. A mi también me ha pasado alguna vez, de hecho ya empiezo a considerar esos mails dentro de la categoría de spam. Conclusión la gente no suele leer y solo busca que le solucionen un problema.

    Responder
  6. Diego, no sé, yo a los hoygan los tengo más identificados. Ésta parecía una persona razonable, se presentó, escribió un mail bastante atento (eso sí, en portugués… es como si yo escribo a cualquier anglosajón en español y espero a que me entienda…)
    De vez en cuando caen por aquí «hoygans» que piden resumen de tal libro («lo necesito para mañana, hoygan, dense prisa, un abraso»). O que se rebotan porque entran por Google buscando algo y lo que encuentran no les satisface. Bueno, se borran y ya está. Pero lo de esta tía… es para analizarlo.

    Responder
  7. existe una ley del retorno?? yo sólo conocía la ley de la botella… en fin.. que eres un borde tio!!! parece que estás en epoca de examenes con tu polo verde manzana…

    Responder
  8. Cuál es la ley de la botella? Yo sí conozco la Ley del mínimo esfuerzo, que es la que esta persona intenta aplicar, evidentemente!

    Responder
  9. hola nesecito una ayuda soy una chica de 23 años,desde que naci mi vida a sido infiero fuimos maltratada de mi padre fisicamente y psiquicamente todas mis hermanas y mi madre,y yo fui violada alos 9 años pero con tiempo eh superado,y mi padre lo mataro,somos 13 hermanos que mi madre esta muy inferma y mayoria de mis hermanas soy menor de edad y unas de mis hermanas tanbien fue violada y tiene una hija,no pudimos abortar por falta de dinero,y de hay conosio un chico ahora tiene otro hijo,no tiene estodios ninguno des mi hermanas,por falta de ayuda economicamente, yo estoy en españa todo que ganava lo inviava para que puedan comer un plato de sopa.ahora me eh quedado sin trabajo.10 hermanos que estan en peru vive alquiler de casa depende de mi ,ya nose que hacer estoy desperada aver si me puede ayudar algen que tenga buen corazon,cuando acabara mi vida el infierno que vivo.no pido lujos sino una ayuda que pueda vivir bien mis hermanos y pueda estudiar,tanbien si muere mi madre que esta enferma no podrian vivir mis hermanos que soy muy pequeños ultimo tiene 3 años,y siempre fuimos muy pobres sin ayuda de nadi,algunas personas que ah paso por esto pueden entendersin comer todo el dia dormir de habre y despertar al saver que no tiene para comer es muy dificil vivir asi

    Responder

Deja un comentario