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Estudiar en la biblioteca

Por cosas como éstas (que veo en el blog de Rubén Calvo) nunca jamás (bueno, creo que una vez o dos) bajé a estudiar a una biblioteca. Y eso que en el video no salen los que cuchichean, las que cuchichean, los que se levantan para ir al baño, los que se levantan a echar un cigarro, los que entran riéndose, los que piden un libro, los que… Y menos mal que en la época no había móviles generalizados, ni portátiles para ver chorradillas.
Yo, en mi cuarto, con mi mesa y a mi bola. No puedo quejarme de los resultados.

14 comentarios en “Estudiar en la biblioteca”

  1. Yo prefiero eso a estudiar en casa. No solía durar mucho alejado del ordenador. Mientras estaba intentando concentrarme, a veces me parecía oír al ordenador llamándome: «Ãngel…veeeen». Hasta que no podía más! Sí, soy debil! XD
    Por lo menos en la biblioteca estaba alejado de esas tentaciones…

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  2. Toma claro que había ordenadores, y en esos ordenadores, por ejemplo, estaban el Civilization o el Olympic Soccer o el Quake 3, y a pesar de todo, estudiábamos.
    Yo también prefiero (prefería) estudiar en mi cuarto; en el hay 5 distracciones, pero todas bajo mi control, y en las salas comunes hay 5000 y todas fuera de mi control.

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  3. Yo me temo que no podía ir a la Biblio. Estudiaba en voz alta y muchas dando vueltas mientras explicaba los temas…
    Vamos, la antitesis de la Biblio…
    Joder que si existían ordenadores, lo que no habia era internet…pero deje el spectrum pelado en bachiller…

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  4. Jaja, que buen video. Ahora me paso todas las noches en la biblioteca y soy sufridor continuo de esto. Pero no tengo más remedio. Las bibliotecas creo que han dejado de ser el mejor sitio para estudiar para ser el lugar que te fuerza a estudiar un poco.
    Si yo no fuera, no haría nada en mi casa.
    Un saludo.

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  5. Las bibliotecas han sido mi segunda casa durante una época de mi vida, durante la carrera, cuando huía de las distracciones caseras y de la nevera para calmar mi ansiedad.
    El año pasado fueron las protagonistas de mi vida cuando tuve que tirar de ellas los fines de semana para sacarme la oposición, mientras mi marido cuidaba de mis hijos en casa.
    Si no puedes estudiar en casa es un alivio encontrar bibliotecas con amplios horarios de apertura que sí te lo permiten.

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