Interesante…
A todos se nos perdonará una salida de tono, un error, una ida de olla, un fallo, incluso una ignorancia suprema. Pero no se nos perdonará tan fácilmente la falta de honestidad. Y está en juego, ni más ni menos, que nuestra nuestra «persona» online.
Aunque seguramente no deja de destilar parte de esa ética de origen cristiano que dice que «los buenos van al cielo y los malos al infierno» (o «los buenos siempre triunfan»), cosa que la vida real nos demuestra a diario que no es verdad, en este caso estoy de acuerdo: la personalidad online sufrirá mucho si eres deshonesto.
Por cierto, Fernando, bienvenido al redil 🙂
Estoy muy de acuerdo con este señor que no sé quién es. En un mundo corrupto la honestidad termina siendo un capital de importancia.
Que tiempos cuando dar la palabra de uno servia de algo.
Hay cosas que es triste perder
| De Salud | Depende |
Cebolla,
No me llames señor, que me hace sentirme mayor.
Fdo.
El hijo pródigo.
Por cierto, estudié en un colegio católico, y le tengo mucho odio a los curas laicos. Sé que me puse moralista en mi post (algo de lo que siempre me arrepiento a posteriori), pero se trataba más de constatar un hecho que de fijar un mandamiento.