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Desplazamientos vs. tiempo productivo: una batalla perdida

Estación de metro de MadridEl día que tienes reuniones fuera de la oficina, date por jorobado. El tiempo invertido en los desplazamientos hace que la productividad del día, y de la semana, se vaya al garete…
Hoy, por ejemplo. Reunión a las 17:00, en el otro extremo de Madrid. A las 16:05 he salido de casa. A las 16:55, tras un trasbordo, he llegado a mi destino, donde me tenía que juntar con otra persona para coger un taxi (el sitio en cuestión estaba un poco apartado). A las 17:10 hemos llegado y, tras unos minutos de espera, hemos procedido con la reunión.
A las 18:10 estábamos fuera, esperando un taxi que nos devolviese al punto de inicio. Tras revertir el recorrido en el metro, a las 19:30 llegaba de nuevo a casa.
En total, de las 16:05 a las 19:30 han pasado tres horas y media, de las cuales apenas 45 minutos han sido de reunión. El resto, más de un 75% del tiempo, desplazamientos.
Vale, sí, en el taxi hemos comentado alguna cosa de trabajo. Y en el metro vas «divagando» sobre cosas. Pero quien me diga que es absolutamente productivo en esos «tiempos muertos»…
De todas formas, está claro que tengo que ver la forma de organizarme para aprovechar esos tiempos. Grabarme podcasts, escribir posts o leer cosas atrasadas.
¿Qué es lo que hacéis vosotros para aprovechar los tiempos en los desplazamientos?

8 comentarios en “Desplazamientos vs. tiempo productivo: una batalla perdida”

  1. Pues cuando suelo ir en bus consulto el email por una aplicación JAVA que ha desarrollado GMail para los móviles, y así ahorro ese tiempo muerto de estar sentado a la silla. Total suelen ser 5 minutos más o menos y no me sale excesivamente caro gestionar la bandeja de entrada.

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  2. Lo que estás tu a punto de hacer. Irme a vivir fuera de las grandes ciudades (de hecho vivir en el campo).
    Aquí donde vivo, la gente echa pestes cuando algún día por culpa de algún accidente o similar tardan en llegar desde casa al trabajo «Â¡casi un cuarto de hora!».
    Es decir, en los tiempos de desplazamiento no me da tiempo ni para escuchar una canción entera en la radio.

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  3. Estudiar idiomas. Con el mp3 és la mar de fàcil, me grabo algunas lecciones y, en casos así, las escucho una y otra vez, hasta que se quedan tatuadas en el cerebro.
    Leer. Siempre llevo encima un libro de bolsillo (a veces, una biblioteca de bolsillo: reconozco que soy todo un caso). Si puede ser, en la lengua que estoy estudiando. (Si lo combinas con el punto anterior, quiero decir, si tienes un curso de idiomas con el libro en tamaño bolsillo, es ideal.)
    Descansar. No hay que estar siempre activo: el cerebro necesita sus momentos de descanso, de desconexión. En mi caso, hago pequeñas pràcticas de meditación vedanta, que consiste en la dificilísima tarea de no pensar; el problema es que, si lo consigo, me puedo quedar dormido, lo cual no es muy recomendable en el transporte público.

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  4. Escuchar podcasts en un reproductor mp3, porque eso de leer es imposible, son tantos trasbordos y tanta gente que no se puede 🙁
    También reviso los feeds y el correo, hasta blogueo de vez en cuando, pero eso sí, con el móvil que no es muy cómodo, pero a todo se acostumbra uno

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  5. Yo estudio. Me he sacado una carrera y ahora voy por la segunda. Lo de los idiomas es otra interesante idea que voy a poner en practica e intentar compaginar con los estudios.
    Decir que me refiero también a los trayectos de casa a la oficina y de la oficina a casa y claro en transporte público.
    Salu2.

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  6. Aunque por lo habitual me mareo en el bus cuando intento leer o escribir, sí es cierto que es uno de los momentos en que más me relajo; la inercia del transporte público actúa como una mecedora de ideas…
    Si no siempre tienes tiempo de pensar en tus cosas, o de imaginar nuevos proyectos, o simplemente trazar ideas y organizarlas a modo de cuadro sinóptico, creo que son los momentos perfectos para hacerlo.
    Aunque, pa que negarlo, cuantas veces se me habrá ido la olla a dar vueltas por ahi… xD

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